Recuperar el deseo sexual: una decisión consciente
El impulso sexual o libido no solo nace, disminuye o baja como consecuencia de un proceso orgánico, efecto de medicamentos o cambios hormonales. Como ya hemos explorado, la sexualidad es influida e influye en todas las áreas del ser humano. Pensar que una pastilla (azul o rosa) solucionará la situación, es dejar de utilizar todos los recursos disponibles para activarse sexualmente.
El deseo sexual se define como las ganas, el interés en la sexualidad, o de tener encuentros sexuales o momentos eróticos con uno mismo. Aunque el impulso sexual va cambiando a lo largo del tiempo en la pareja y en la persona individualmente, y aunque tener deseo no es una obligación, estar conectado con la sexualidad suma muchísimos beneficios y placeres al ser humano. Tomar la decisión de activarse o reforzar esta área, solo conllevará a beneficiarse y vivir más feliz. El nivel adecuado y perfecto de este deseo es algo tan personal, que sobre ello no existen reglas. Es importante sin embargo evaluar y chequear si se desean cambios.
El conocimiento del cuerpo, sentirse cómodo con el mismo, mantenerlo sano a través de la alimentación y ejercicios, vestirse como guste y mimarse en nuestro aspecto externo, verse y aceptarse sin juicios, son algunas de las primeras aproximaciones que hechas en forma adecuada beneficiará el sentirse cómodo para tener actividad sexual. Chequear médicamente los niveles hormonales, en especial la testosterona, y tomar decisiones de suplir hormonas en deficiencia, puede ser para muchos una solución para activarse en el deseo sexual. Sin embargo, siempre recuerda que esta decisión debe estar acompañada de evaluación y asesoramiento médico.
Las fantasías sexuales, el proceso de usar la imaginación para activarse sexualmente es una decisión que una vez tomada, abre la puerta para que el deseo fluya libremente. La fantasía como construcción mental permite que la persona se sienta excitada, y se prepare para disfrutar del sexo. No en vano se afirma que la mente es el órgano sexual más importante. No prescindas de tener fantasías sexuales pues eres absolutamente dueño de ellas. Para activar las fantasías sexuales y el deseo, apóyate en lectura erótica, películas de temas sexuales.
Chequea tus pensamientos, actos lingüísticos y creencias acerca del deseo sexual. Piensa en sexo. En muchos casos las personas tienen cambios significativos en su libido producto de circunstancias que cambiaron, más que del deseo propiamente dicho. Por ejemplo, al ser padres, o llegar a cierta edad, etc. muchas personas afirman que ya no hay tiempo, o se involucran tanto en el nuevo papel, que no dan cabida a que el deseo sexual aflore y se materialicen los encuentros sexuales. Cuidado con por pensamientos saboteadores, aquellos que vienen del stress, de no sentirse bien con el cuerpo, del estar ocupados solo en actividades propias del trabajo o la familia, actividades sociales, internet, viajes, dejando a un lado la pareja.
Acompaña los momentos en pareja o en solitario de un ambiente propicio para que se desencadene la sexualidad. Música, comida, ambiente tranquilo, etc. pueden ser elementos que sumen a tu deseo sexual.
Por último y no menos importante, chequea tu relación de pareja (si estás en una) y el nivel de importancia que le das a la sexualidad. La sexualidad es la manifestación para muchos de cómo está la relación de pareja. Si lo consideras, busca ayuda y apoyo en el profesional idóneo. Recuerda que con tus decisiones y acciones, creas la sexualidad que deseas vivir.