La comida como ingrediente afrodisíaco
Mucha gente piensa que la mayoría de los placeres de la vida están relacionados per se con el sexo y la comida. Incluso la gula es considerada uno de los pecados capitales, y el sexo está explícita o subliminálmente presente en muchas más percepciones e interpretaciones de las que a veces quisiéramos admitir. Sin embargo, algunos tipos de placeres, aquellos en los que hay más conciencia y menos instinto, son por demás un gusto adquirido y en muchos casos aprendido también.
La comida puede ser un complemento exquisito antes, durante o después de los encuentros sexuales con tu pareja. Canciones, películas, vídeos musicales, están inspirados en esa combinación mágica de sexo y paladar. Por tiempos inmemorables la humanidad a buscado en alimentos y menjurjes afrodisíacos, recetas que levanten el deseo o la potencia sexual. Todo lo anterior prueba que inevitablemente, comida y sexo van de la mano, y pueden complementar de forma mágica la actividad sexual de las personas.
Aquí dejo ciertos tips que permitirán activarte en el mundo culinario y usarlo como ingrediente divertido y creativo en tu sexualidad.
- Considera en la escogencia de las comidas los platos más ligeros, de fácil preparación o que puedas tener listos en la cocina o en el refrigerador para hacer uso de ello cuando lo consideres conveniente.
- Trata de evitar el uso de condimentos fuertes como el ajo, cebolla o curry, o grasas en exceso, que te produzcan algún tipo de incomodidad.
- Para los menos habilidosos en la cocina, un buen pan, varios quesos y fiambres, acompañados de un excelente vino tinto es una combinación ideal; y de postre chocolate negro y fresas u otras frutas.
- Para los que se animan a cocinar, basta poner la creatividad a andar o hacerse de un buen recetario. Combina como dice Isabel Allende “ … cualquier alimento natural, sano, fresco, atractivo a la vista, sabroso y liviano –es decir, las mismas virtudes que uno desea en su pareja — …” con la intención de que los mismos sirvan de afrodisíacos, tarea quizás más de índole mental que bioquímica.
- Mide la cantidad de alcohol que consumas; un par de copas puede desinhibirte y hacer más fluido el encuentro, pero el exceso de alcohol disminuye el control sobre la capacidad orgásmica y altera la sensibilidad.
- Haz algún curso de cocina corto que te permita sumar tus distinciones culinarias, e invita a tu pareja para que ambos participen y disfruten de todo el programa a la hora de cocinar y compartir sexualmente.
- Lee libros o ve películas en los que la comida, sexo, erotismo, pasión y amor aparezcan como protagonistas y te sirvan de inspiración, por ejemplo “Afrodita” de Isabel Allende, “Como agua para Chocolate” de Laura Esquivel, “9 semanas y media”, “El cartero siempre llama dos veces”.
- Practica lo que llaman Sushi Body o cualquier otra práctica con alimentos golosos como la miel o la Nutella y diviértete mientras te pones a tono sexualmente y a la vez disfrutas de un buen dulce usando el cuerpo de tu pareja.
- No olvides la música de fondo. Escoge previamente el ambiente musical que te acompañará usando los apps o tus propias listas de música que te ayuden a entregarte al momento que estás o están creando.
- Por último, y no menos importante, como dice Anais Nin “…la fuente de poder sexual es la curiosidad, la pasión”.
¡Feliz encuentro sexo-culinario! y crea la sexualidad que decidas vivir.