Entrevista: Mujeres Infinitas
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En esta oportunidad invito a que descubran la historia de Pía Battaglia, quien las inspirará y motivará desde un relato que abarca distintos ángulos: mujer que ha emprendido, mujer que se ha reinventado, mujer que ha cumplido sus sueños. La conversación empieza con una curiosidad que nos revela el espíritu de libertad que la mueve todos los días. María Pía Battaglia es su nombre completo, pero son pocas las personas las que la conocen así, pues desde que estaba en el colegio decidió identificarse únicamente como Pía. “Nunca me gustó el María, y realmente no sé por qué; creo que se debe a que en el mundo hay muchas ‘María’ y pocas ‘Pía’, y eso me hace sentir un poco diferente”.
Pía nació en la ciudad de Caracas, y considera que tiene lo mejor de tres tierras: sangre italiana, pues sus orígenes maternos son de Sicilia; herencia venezolana y la maravilla de ser latinoamericana; y como vive en Miami desde hace nueve años, también se considera ciudadana americana. En los recuerdos de la infancia prevalecen los viajes a Italia que en época de vacaciones realizaba junto a su familia; atesora la cultura y conserva los afectos forjados en Venezuela; y valora las nuevas amistades y dimensiones profesionales en su camino en los Estados Unidos. “Por eso digo que tengo lo mejor de los tres mundos”.
Es psicóloga de profesión, un título que le costó muchísimo lograr, pues su padre estuvo en desacuerdo con esta elección durante la carrera. Las razones tenían que ver con que a través de la psicología, afirmaba, no podía participar en las empresas. “Mi papá me dejó de hablar; empecé en una universidad privada y terminé en una pública, y mi mamá siempre me pagó lo que necesitaba para mis estudios, de sus ahorros. A pesar de todo, me tocó trabajar con mi papá, quien tenía un hotel y una empresa constructora, y yo fui parte del equipo de limpieza del hotel. Esa fue una de las cosas que más me marcaron, porque tuve que limpiar habitaciones como parte de una obligación familiar. Entonces, podría decirte que desde que inicié mi plan profesional, parece que empecé algo en contra de mi padre”.
Sin embargo, los motivos que la impulsaron a estudiar psicología tienen que ver con la muerte de su hermano, quien falleció en un accidente ocurrido en la oficina de su padre. Este acontecimiento cambió toda la vida familiar, y en especial la de Pía, porque este hermano era el único que quedaba en casa con ella, sus demás hermanos (tres) vivían fuera. “A raíz de que fallece mi hermano, justamente el día de mi cumpleaños, dejamos de celebrar porque lo único importante era llorar por su muerte. Eso me marcó para siempre, y en términos de duelo pasé por todas las etapas: sentí rabia, tristeza, y no entendía por qué había sucedido aquello que sin duda cambió la estructura familiar de casa”.
“Criar hijos independientes es una maravilla”
Centrándonos en el primer pilar de Mujeres Infinitas: “Creo en la mujer como eje de la familia”, promuevo que uno de los poderes que nos hace infinitas es dar vida y cuando realmente te conectas con esta esencia, entendemos que la figura de la mujer siempre marca la pauta dentro del hogar. Con relación a esta afirmación, le pregunto a Pía cuáles son los valores que la han marcado en su desarrollo como persona?
“Soy la chiquita de mi casa; fui la consentida de papá y eso hizo que creciera sintiéndome especial. Aunque a veces no me sentía así, porque él fue exigente conmigo. Lo cierto es que viví mi familia en un tiempo distinto, por ejemplo, todos mis hermanos fueron internados y la única que tuvo una experiencia distinta fui yo. También hay algo bellísimo que hizo mi papá, que fue un modelo de lucha, de trabajo, pero también de libertad; él hacía algo muy bello, y es que cada uno de sus hijos tenía un sobrenombre que representaba el afecto con el que él se acercaba a nosotros. Él era avanzado y nos decía las cosas con claridad, a mis once años me habló de la sexualidad sin tapujos. Recuerdo que me decía: ‘Del ombligo para arriba todo lo que quieras, pero del ombligo para abajo, cuidado que la responsabilidad es tuya’.”
Con respecto a su madre, relata que fue una mujer de la casa, de los hijos, de la cocina. Era poco cariñosa y eso la afectaba porque ella es todo lo contrario: bastante afectuosa. Hoy, que su mamá no está, considera que sanó la herida de sentir que no la quería como ella deseaba, entendiendo que también había perdido un hijo, y cada vez que piensa en ella, cierra los ojos y agradece todas las cosas que le enseñó. Por ejemplo, reunirse en familia y preparar la comida para sus hijos porque esas son memorias que quedan impregnadas.
Ahora, trasladándose a la actualidad, Pía cuenta que ella es una de las mujeres que no tuvo la “suerte” de vivir la decisión de procrear de manera fácil. Para dar a luz a sus dos hijos fue sometida a diversas operaciones, sufrió seis abortos (tres antes de cada hijo), y el reposo en cada embarazó implicó nueve meses enteros sin mantener relaciones sexuales, sin cocinar, viajar o conducir. “Tener seis abortos en mi vida y luego ver la cara de mis hijos el día que nacieron me hizo creer que los milagros existen, además que me lo dijeron los médicos: ‘Tus hijos son un milagro’; porque suena fácil decirlo, pero fueron seis años de mi vida entre focos, tratamientos, curetajes, que no son cosas que ocurren rápido. Hoy me siento absolutamente afortunada y puedo decirte que no pienso en el dolor ni en la tristeza. Eso ha quedado atrás; pero sí fue una herida profunda, porque de alguna forma la mujer viene preparada para querer procrear, aunque hoy en día las cosas han cambiado un poco.
Con esta experiencia, Pía refleja la perseverancia, las ganas y la valentía de no querer darse por vencida, propias de una personalidad avasallante. Es por ello que la relaciona con el pilar de Mujeres Infinitas, pues señala que no quería ser solo pareja sino ser familia. De hecho, aunque desde hacía dos años vivía con su marido, el día que decidieron buscar hijos, fue que se constituyeron como pareja legalmente, porque querían hacerlo de manera responsable. “Es ahí cuando nos casamos por civil, no por la Iglesia porque no profeso ninguna religión. Soy espiritualmente ecléctica más que religiosa”.
Por otro lado, comparte que para ella fue un verdadero reto no ser una mamá posesiva, castradora o controladora, porque quizás era más fácil creerse la dueña de sus hijos, luego de haberse esforzado tanto por ser madre. Pero lo cierto es que en su caso sucedió todo lo contrario: “Me encantaría que oyeras a mis hijos, ellos nunca se han sentido atrapados por mí, más bien siempre fui una mamá de empujarlos. Aprendieron, por mi esposo y por mí, a ser independientes desde pequeños. Eso me deja una reflexión: Criar hijos independientes es una maravilla y no es excluyente de ser familiar. No todos los días veo a mi hijo porque no vive conmigo, pero todo el tiempo estamos conectados. Seguimos siendo mamá e hijo”.
“Creo en la relación de pareja trabajada”
Así como la familia es un pilar de Mujeres Infinitas, también están las relaciones porque: “Yo creo que las relaciones felices sí existen”, y cuando hablo de la felicidad, es trasladando lo que funcionó para mí. Entendí que las relaciones se cultivan en base a lo que deseas recibir y lo que deseas dar, para lograr el equilibrio y la armonía. En ese sentido, invito a Pía a que, en base a sus experiencias, comparta los valores que ella considera importantes para una relación armoniosa, tomando en cuenta que está casada desde hace 34 años.
“Creo que las parejas tienen una cabida en el tiempo si el amor se transmite cada día. Creo en la relación de pareja trabajada, especialmente después de los momentos duros que hemos vivido. Es un modelo caduco imaginar las relaciones desde el punto de vista de la complementariedad absoluta, es decir, donde una persona completa a la otra. Puede ser que esto en algún momento llegara a funcionar, pero ahora todo es diferente: en la vida hay retos escondidos y son los retos escondidos los que nos hacen más fuertes”.
A pesar de las adversidades que han vivido como pareja, la relación se ha mantenido todo este tiempo resultando para mí muy inspirador.
Por eso digo que no me vengan con el cuento de las relaciones perfectas. Yo he crecido mucho con mi pareja, apoyándonos el uno al otro en los momentos que cada uno lo ha necesitado. Creo que a las relaciones debemos prestarles atención, porque la familia siempre será familia y los amigos siempre estarán aunque no nos veamos con frecuencia. Pero la pareja es un tipo de relación tan maravillosa que creo que toda la libertad que hay en la sociedad es necesaria para vivir relaciones más auténticas donde la decisión sea: “Yo quiero estar contigo mientras seamos felices”. Cuando decidimos casarnos, por las razones que he contado, yo le dije: “Ok, vamos a casarnos, pero mientras seamos felices”; y esto me viene de familia porque mi papá también tenía esa idea.
¿Cómo reaccionaron tus padres ante el hecho de que te fueras a vivir con tu pareja sin casarse?
Mi mamá no lo entendía, pero yo tenía mi propio apartamento al que nos fuimos, y el día que le dijimos a mi papá que nos íbamos a casar (luego de dos años viviendo juntos), fue una gran emoción. Entre todo el júbilo mi padre advierte: “Eso sí, yo quiero que ustedes se casen con separación de bienes, porque María Pía está en todas mis compañías”. A lo que mi marido respondió: “Está bien”, y no hubo ningún problema. (Risas).
Lograron desde entonces un equilibrio entre lo material y emocional.
Aquí viene una parte muy graciosa, resuelto el tema de la separación de bienes, mi papá nos dice: “Buenísimo que se van a casar, pero quiero que se casen en Santo Domingo, porque allí el divorcio sale en 24 horas”. (Risas). Como te he dicho, mi padre era un hombre de mentalidad avanzada. Es una paradoja, pero si los divorcios fueran más fáciles de lo que son, estoy segura de que las relaciones durarían más, porque las personas se harían responsables de la relación con su pareja.
¿Sientes que revisar tu relación todos los días ha sido vital para ustedes?
Yo no doy nada por sentado y mira que sé que mi esposo me adora: no me ama, me adora. Nosotros hemos vivido nuestra relación como me enseñó mi papá: estaremos juntos en la medida que seamos felices. Cuando cumplí 50 años fue maravilloso, decidí invitar a la fiesta a todas las personas que conocía en Miami, y ese día tomé una de las decisiones más importantes de mi vida, pudiera decir que tal vez un poco tarde, pero me ha servido mucho: es que entre todo lo que pueda decidir, escojo aquello que dé placer y felicidad. Es cierto que tengo responsabilidades y obligaciones, pero si puedo tomar la decisión y es coherente con lo que soy, elijo en pro de la felicidad.
El poder de luchar por lo que quieres
Porque creo que todas las personas tenemos un poder, este precisamente es otro de los pilares de Mujeres Infinitas, considerando que los poderes son las cualidades y talentos que descubrimos en nuestro interior y que de alguna manera nos diferencian de los demás. Pía resalta que uno de los poderes que está dentro de ella es el ser una persona luchadora.
“Etimológicamente hablando la palabra lucha tiene que ver con un contrincante con quien te vas a enfrentar, y lejos de decir que mi vida ha sido dramática, más bien me siento bendecida, me ha tocado “echarle pichón” para tener dos hijos, estar lejos de mi mamá cuando murió, vivir como inmigrante, creo que es importante entender que tú tienes que luchar por lo que quieres y dar de ti lo mejor. Más que luchar es no parar, cuando sientes que algo es importante, ¡no pares!”.
Una cosa que a veces no se nombra y que yo siento que es importantísima en toda mujer infinita es la capacidad intuitiva. Muchas veces no la desarrollamos, pero cuando practicamos y ejercitamos ser intuitivas pensando en si algo me conviene o no me conviene, se convierte en otro poder para la mujer. Por eso le pregunto si considera que la intuición es también una de sus habilidades.
“Sí y no; yo creo que me falta mucho. Para ser intuitiva tienes que aprender a detener y soltar, desarrollar la capacidad de imaginar y de oír lo que no estás oyendo. No es casualidad que hablemos de lucha e intuición, que son poderes opuestos; porque en la lucha, puedo tomar decisiones, ejercer acciones efectivas, ser constante y disciplinada, pero a través de la intuición, como el punto extremo es disfrutar, oír lo que no estoy oyendo, ver lo que no estoy viendo, cuesta entender que todo lo que pasa va a ser perfecto para mí”.
Los sueños son coherentes con el ser
Para completar los cuatro pilares de Mujeres Infinitas, trabajo mucho los sueños, con el fin de que la mujer entienda que los sueños se terminan transformando en nuestros motivos: sea emprender un negocio o ser madre, ese deseo se convierte en tu motivo. Durante el encuentro con Pía hemos visto que ha pasado por distintas adversidades, no obstante, ha vivido los sueños de tener un hogar, unos hijos, una familia. ¿Cuáles son aquellos que la hacen sentir más realizada, más satisfecha?
“Esta pregunta tiene dos respuestas. Entre los sueños cumplidos están mis hijos, mi relación de pareja perfectamente imperfecta, mi libroy emigrar con éxito. Pero dentro de mí hay algo más grande que abarca todo eso. Cuando cierro los ojos, veo un círculo con muchas cosas, las que he logrado y las que quiero lograr: ser motivadora y dar charlas masivas; que la marca Sexontológico destaque y la gente entienda que se trata de rescatar una sexualidad sagrada y positiva; vivir con mis nietos; y tener con mi esposo una vida de viejitos juntos. Todo eso está englobado en coherencia con mi propio ser”.
Con relación a Sexontológico, la marca de Pía Battaglia, nació en un momento de reinvención personal y profesional completa, precisamente en una situación como inmigrante. Este proyecto consiste en crear un asesoramiento sexontológico (término ideado por ella), que incluya un rescate de la sexualidad desde un punto de vista más consciente, tomando en cuenta cómo hemos evolucionado y cambiado en el ámbito sexual.
“Venimos de momentos donde todo era un tabú y como mujeres hemos cargado una sexualidad histórica bastante dura. Pero en mi trabajo no solo hablo a las mujeres sino al hombre, al niño, al adolescente, porque creo que debemos instaurar en la mente de las personas que merecen ser sexualmente feliz, y todo esto mediante herramientas prácticas, dejando a un lado la profundidad de la psicología porque aquí (en Estados Unidos) no la puedo ejercer, y descubrí una cantidad de cosas que se pueden trabajar desde la superficie, cambiando la vida para siempre”.
Sexontológico, explica, es una disciplina, una ventana, que une cuatro fortalezas: el cuerpo, la mente, las emociones y la energía. Estas son las áreas en las que asesora a sus clientes, tratando en cada sesión de que descubran la importancia de manejarlas todas, porque son las patas que nos sostienen, que nos hacen más fuerte, y a veces, el dejar de desarrollar alguna, nos hace perder la alineación, el equilibrio.
“Es la suma de todo lo que hice y sigo haciendo, por eso no existe como algo estático, cada día sigue creciendo, cada día subo algo que aparece en mi mente y que considero importante. Sexontológico es la suma porque soy psicóloga, que es mi carrera madre, estudié además tres tipos de coaching y acabé haciendo un postgrado en sexualidad humana. Siempre tenía inclinación por la sexualidad, recordando mis tiempos de universidad, mi tesis de grado fue el poder en las relaciones sexuales”.
En ese sentido, insiste en que no hay edad límite para reinventarse. Cuando estudió coach ontológico, leyó el trabajo de Byron, una americana de más de 70 años, que desarrolla un método basado en el lenguaje, haciendo que descubras que todo depende de ti. “Ella ha sido una inspiración, porque es una mujer adulta que después de haber entrado en una depresión profunda, logra salir de ese hueco, creando incluso una teoría y convirtiéndose en una mujer bella, física y emocionalmente. Todas las edades pueden inspirar a otros y uno de los grupos a los que más deseo llegar es a los jóvenes. Yo sé que tengo cara de mamá, pero soy una mamá ‘open mind’ y he practicado con mis hijos todo esto”.
Cuando le propongo a Pía pensar en un título para su historia, está segura de que la palabra sexualidad estará presente. Luego de pensar en ello, comparte la frase: Sexualidad Infinita. “Porque todos los seres humanos tenemos nuestro origen en un acto sexual, incluso quienes nacen de una fertilización in vitro, donde es necesaria una eyaculación previa, y hasta nuestro último suspiro tenemos una energía sexual. Durante toda la vida, especialmente las mujeres, recibimos mucha información en nuestro cuerpo: los cambios hormonales que son notorios, la adolescencia, la juventud, la primera relación sexual, el matrimonio, la procreación, y luego entras en la menopausia, que es la etapa en la que estoy, y resulta que siempre vivimos la energía de la sexualidad infinita”.
Uno de los comentarios que añade para motivar e inspirar a quienes leerán su historia: Yo creo que ante todas las situaciones de la vida uno puede escoger en qué silla se sienta. Sean de mayor o menor importancia, tienes la oportunidad de sentarte en la de la víctima o en la del juez; o en la que yo promuevo, instruyendo, animando y dando ejemplo, que es la de responsable. Es una silla que otorga una increíble libertad porque no estás opacada por las críticas; puedes proyectarte y puedes sumarte porque logras entender que todo lo que te pasa tiene una dosis de responsabilidad en tu vida y que si bien lo que hay afuera no lo puedes controlar, tu propia actitud, reacción y acción está dentro de ti y eso te hace una mujer más fuerte, una mujer poderosa.