Empatizar con la energía masculina y femenina

Empatizar con la energía femenina y masculina del otro para aceptar que también las hay en mi, eso es amor.
¿Qué significa la palabra empatía?
Empatizar significa ponerse en el lugar del otro, pero también descubrir puntos de encuentro con esa otredad a la cual consideramos diferente.
Parte de ese proceso implica comprender que compartimos con el sexo opuesto mucho más de lo que sospechamos , aunque al principio nos cueste superar los prejuicios que definen nuestra percepción sobre la sexualidad apoyada en concepciones fijas sobre género e identidad.
¿Cuáles son los beneficios de ser empático o empática con la sexualidad del otro u otra?
Cultivar y desarrollar la energía sexual opuesta al género con el cual nos identificamos ayuda a que seamos personas más libres en cuanto a la sexualidad y con mayor respeto hacia otras personas.
El sexo es un puente que nos une a través de la atracción y la compenetración física en conexión con fortalezas emocionales, mentales y energéticas.
Pia Battaglia
Entrar en contacto con tu lado sexual opuesto y sensibilizarse con la energía masculina o femenina dentro de tí, según el caso correspondiente, te permite desarrollar tu sensibilidad.
A su vez, cuando te identificas abiertamente con aspectos asociados al sexo opuesto dejas de considerarlos una amenaza o una “debilidad” que pone en entredicho tu identidad.
¿Qué ocurre con las identidades sexuales diferentes a la hetero?
Las identidades heterosexuales, homosexuales o bisexuales que definen nuestra orientación sexual tampoco contradicen la identificación como hombres y mujeres. Por ejemplo, una de las peores presunciones en torno a la homosexualidad es asumir que un hombre gay suele ser femenino, mientras que una mujer lesbiana lucirá masculina.
Es factible que un hombre con rasgos y modales femeninos, o una mujer con posturas y actitudes masculinas, también se reconozcan a sí mismos como heterosexuales. No por ello están confundidos, del mismo modo en que un hombre gay o una mujer lesbiana no necesariamente actúan como su opuesto solo porque les gusta su mismo sexo en su vida romántica y sexual.
Con ello surgen todo tipo de actitudes cuestionables: el hombre debe ser varonil aunque descuidado, y demostrar su virilidad para reafirmarla. La mujer tiene que ser sensual sin contradecir la discreción, evitando exponer su intimidad.
En el medio de ese proceso no consideramos la posibilidad de que, a pesar del sexo que nos identifica, lo masculino y lo femenino son concepciones de las cuales participamos al margen de nuestros genitales.
Reflexiones acerca de los símbolos y sus significados detrás de lo femenino y masculino.
Lo masculino y lo femenino se corresponden a su vez con símbolos. Un símbolo es una representación perceptible de una idea. Nunca perdamos de vista que los símbolos son también herramientas que nos ayudan a formar creencias, fortalecer percepciones y transformar realidades a través del lenguaje. Hacer un uso positivo de esos símbolos y concebirlos armónicamente nos permite reflexionar sobre el mundo que nos rodea y cómo queremos definirlo.
Por eso, para defender mejor la idea de que lo masculino y lo femenino co-habitan energéticamente en cada individuo , debemos admirar aquellos símbolos cuyo significado nos revelen esa posibilidad. En ese sentido, no hay un símbolo que exprese mejor la integración entre la energía masculina y femenina dentro de nosotros como el ying y el yang.

El concepto fundamental del Tao
Se resume en el símbolo del ying y el yang.
Observar atentamente este símbolo nos permite comprender mejor la forma en que formamos parte de un todo en el que cada una de sus partes no niega las que parecen opuestas. En el ying y el yang las fuerzas encontradas se conectan dando la apariencia de un movimiento circular.
Lo masculino y lo femenino como energía se sostienen entre sí a través del poder de atracción de los opuestos. Sin embargo, el símbolo sugiere que no son contradictorios en su oposición. Cada parte de un color distinto posee un pequeño círculo dentro de sí con el color de su opuesto. Reconocemos al otro porque en parte hay una parte suya dentro de nosotros.
Los hombres poseen cualidades propias de la energía femenina (la regeneración, la intuición, la sensualidad), de la misma manera en que las mujeres aprovechan facultades asociadas a la energía masculina (la supervivencia, la protección, la fuerza física).
El ying y el yang representa el ciclo de creación y crecimiento. Lo masculino y lo femenino se apoyan mutuamente para hacer posible la vida. Esta unión no solo se refiere a la unión entre hombres y mujeres para que exista la reproducción. Esta conexión nos invita a mezclar la energía masculina y femenina dentro de nosotros para expandir los límites de la consciencia y aprovechar todo el máximo potencial de nuestras capacidades humanas.
La energía de los chakras
Otras ideas heredadas de las filosofías orientales que nos permite entender mejor el potencial energético de lo masculino y lo femenino lo hallamos en el estudio de los chakras.
Los chakras representan centros de energía que sostienen y garantizan la vida, dependiendo de su funcionamiento y equilibrio en relación con los distintos aspectos del ser. Este concepto se relaciona ampliamente con la concepción sexontológica de reconocer la integración entre nuestras distintas fortalezas. Conforme a la noción hindú de los chakras uno de esos centros de energía se refieren directamente a la sexualidad.

El Swadisthana o chakra sexual
Representa un centro energético ubicado en la zona pélvica (entre el pubis y el ombligo). Su razón de ser es servir como herramienta para la conexión con otros sin por ello sacrificar la identidad individual. Para lograrlo debe expandirse con libertad y naturalidad. Su poder de creación es algo que se manifiesta por sí solo. Justo ahí se manifiesta la pasión creadora y el placer. Del equilibrio de este chakra depende el control, responsabilidad y libertad en la sexualidad. Tanto para hombres como para mujeres su capacidad y potencia es la misma. No existe el prejuicio apoyado en el reconocimiento genital cuando apreciamos lo masculino y femenino como energía integradora.
Si ambas energías fluyen en la confrontación, entonces traerán consigo la negación de lo otro o el otro, y de alguna forma su aniquilación.
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En resumen
- La energía de lo masculino y lo femenino influyen en nuestra sexualidad de muchas formas variadas.
- Cuando las energías femenina y masculina están orientadas hacia la integración, entonces aparece el amor hacia nosotros mismos y hacia los demás en cuanto a las particularidades individuales que nos hacen especiales.
- Antes que hombres y mujeres, somos seres humanos sexuales con una gran potencia para crear, dar y recibir placer, así conectarnos en cuerpo y alma con otros seres humanos.
- Abrazar la diferencia no compromete la unidad, y esta es la mayor manifestación del amor.
Ama, únete a [email protected], fluye en armonía aceptando y disfrutando lo masculino y lo femenino que hay en ti y en el [email protected] Vivir coherente y armónicamente dentro de cada uno de nosotros, pone de manifiesto las distintas partes de una humanidad magnífica, compleja y libre.