Aromas afrodisíacos: la influencia de los olores en el sexo

En una relación sexual todas nuestras fortalezas se combinan para que exista el placer mutuo. A la par con la atracción física intervienen otros factores como el interés intelectual o la disposición emocional a querer para ese intercambio. No obstante, son los sentidos quienes juegan un rol primordial para comprobar que existe un verdadero interés sexual. Aunque a menudo se diga que la atracción entra por los ojos, sin embargo se comprueba y reafirma con el resto de los sentidos. No basta con que algo nos parezca visualmente atractivo, si luego el resto de nuestro cuerpo no está de acuerdo con lo que los ojos aseguran desear. Por eso la pasión sexual requiere que los otros sentidos se involucren activamente para asegurar una correspondencia total.
Uno de los sentidos cuya importancia suele estar infravalorada cuando hablamos de la atracción sexual es el del olfato. La nariz no puede ser engañada cuando dos cuerpos se desnudan mostrándose tal cual son. Hábitos como la higiene y el cuidado personal son vitales como cualidades para que una persona resulte agradable para otra en el ámbito sexual. Por su parte existen olores repelentes así como aromas que promueven el deseo. Hay olores naturales del cuerpo que son estimulantes, así como también podemos contar con el apoyo de esencias o perfumes con poder afrodisíaco para mejorar el ambiente. Tener conocimiento de cómo influyen los olores en la sexualidad es algo que podemos usar a nuestro favor para mantener relaciones que sean mucho más excitantes y que se correspondan con la complacencia de los deseos mutuos de una pareja.
Nunca subestimes el poder de los olores corporales dentro de la intimidad. De la misma manera en que un olor natural podría resultar sexy para tu pareja, un mal sudor creará una razón de rechazo para arruinar una velada. Ten en cuenta que como individuo tienes un olor distintivo, incluso aunque no te des cuenta de ello. A su vez algunas personas son más susceptibles que otras a sudar mucho o presentar olores muy fuertes. En ese sentido la higiene corporal adquiere una preponderancia necesaria antes de una relación sexual. Durante una ducha se debe atender con especial atención el lavado de genitales así como de otras zonas del cuerpo con mayor tendencia a sudar. Por otro lado el uso de ropas apretadas, estar en lugares con poca ventilación, los cambios climáticos y hasta los alimentos que consumimos influyen en la manera que olemos en un momento determinado. Por eso lo ideal sería que siempre tomes un baño antes de cada relación sexual. Incluso puede tratarse de un baño compartido a modo de precalentamiento sexual.

¿Cuál es la influencia de los olores naturales en el sexo?
Según un estudio realizado por la Universidad de Bremen (Alemania), el olor representa la característica de mayor peso para el consentimiento de una relación sexual. Por muy atractiva que una persona puede lucir es probable que si ha demostrado malos hábitos de higiene, o haya desprendido malos olores de su cuerpo, no se considerará deseable como pareja sexual. Aún así, los olores naturales también pueden tener una influencia positiva dentro de la sexualidad. Lo importante es saber distinguir cuáles son los olores que excitan al otro dentro de una relación y evitar producir la clase de olores que generan rechazo.
Los olores naturales por sí mismos pueden llegar a ser incluso atractivos dentro de la dinámica sexual. Cuando existe una conexión física y emocional entre dos personas, detalles mínimos como el olor característico de una persona se convierten en detonantes para activar la pasión. Reconocer el olor individual que alguien desprende de su cuerpo, te remite al deseo que has sentido por querer estar junto a esa persona. La presencia de esos olores confirman la realidad del deseo y son vistos incluso como la recompensa por compartir intimidad con una persona que te atrae. Sin embargo, esos olores naturales pueden ser alterados por distintos factores. Por eso debemos recordar que el pH corporal se modifica por el contacto de la piel con ciertas telas o lo ceñido que se encuentre la ropa, pero también cambia en función de los productos utilizados para la higiene corporal. Mientras mayor conocimiento tengas de tu pH corporal y sobre todo genital (vale para ambos, mujeres y hombres), podrás usar productos adaptados a tus necesidades particulares. No se trata solo de bañarse todos los días, sino de bañarse bien y de forma saludable.
El estudio anteriormente mencionado fue liderado por la sexóloga alemana Ingelore Ebberfeld, y a partir de este se estableció cuáles eran los olores más estimulantes dentro de una relación sexual. Para dicha encuesta se usaron más de 400 hombres y mujeres con edades comprendidas entre 15 y 84 años. Los resultados fueron esclarecedores. Un 48% de los encuestados consideró que el olor corporal sin perfume era el aroma más estimulante dentro de una relación sexual. Entretanto un 23% se decantó por el olor de las axilas y otro 21% señaló el olor del pecho como excitantes dentro del sexo.
Por causas químicas hay olores que generan una atracción inmediata. Otros olores como el mal aliento son universalmente rechazados. A su vez, un olor natural o aliento que se encuentra afectado por la ingesta de alcohol o el consumo de cigarrillos se considera generalmente desagradable. Entretanto hay aromas mucho más polémicos a la hora de resaltarlos como excitantes o repulsivos, porque no todos reaccionan de la misma manera ante ciertos olores. Tal es el caso de los olores genitales, dentro de los cuales hay límites entre lo que se considera como “natural” o simplemente como falta de aseo. Hay quienes no admiten como agradable descubrir olores en las zonas íntimas de la pareja, mientras otras personas lo consideran sumamente excitante e incluso esperan encontrarlos. Aunque se trata de una discusión polémica, no olvidemos que las zonas genitales suelen estar siempre muy cubiertas por el uso de ropa interior y al mismo tiempo producen distintos tipos de fluidos. Por lo tanto, son zonas con tendencia a presentar un olor distintivo en relación con otras partes del cuerpo.
A muchas personas les da vergüenza admitir si les gusta el olor de sus propios genitales o el de su pareja. Esto se debe a que el olor genital también está relacionado directamente con el morbo. En ese sentido un olor se convierte en un estímulo físico, porque la idea del mismo remite a la parte del cuerpo asociada directamente con lo sexual, como lo son los genitales. Aún así, no es algo sobre lo cual debamos sentirnos avergonzados y en cambio es una oportunidad para reconocerlo como parte del disfrute dentro de la relación. Al respecto la terapeuta y sexóloga Galen Fous asegura que los olores vaginales poseen un encanto particular para la mayoría de los hombres porque los pone en contacto con un lado primitivo. La misma experta afirma que los hombres encuentra atractivo este olor precisamente porque se percibe como “el interior de una persona”. En ese sentido también interviene la asociación con lo prohibido. En la medida en que resulta delicado o incluso inadmisible resaltar como “agradable” un olor genital, su hallazgo despierta un interés secreto.

Aromas externos con virtudes afrodisíacas
A la par con los aromas naturales del cuerpo, podemos usar lociones o perfumes que contribuyen a hacer más atractivos nuestros olores. El truco de su uso está en mantener un equilibrio entre nuestros sudores naturales y las colonias adaptadas a nuestras necesidades. Por ello no cometamos el error de creer que los perfumes disfrazarán los malos olores. Si el uso de los mismos no se corresponden con un correcto aseo corporal, entonces los resultados serán contraproducentes, e incluso mucho más desagradables para alguien con quien compartamos intimidad.
Ahora bien, siendo conscientes de las particularidades de cada piel, así como de los gustos personales o los de tu pareja, tienes a tu disposición diversos olores con propiedades afrodisíacas. Estos aromas potencian el disfrute de la sexualidad y son capaces de transformar la experiencia del sexo en algo mucho más estimulante para tu olfato. Sin embargo, como todo lo relativo a la sexualidad, es algo personal y no hay reglas fijas.
Entre esos aromas con comprobadas virtudes afrodisíacas se pueden destacar los siguientes:
—Rosas: El dulce aroma de sus pétalos es emblema de seducción. Se dice que el aroma de las rosas ayuda al balance del sistema reproductor. A su vez tiene un efecto desestresante.
—Canela: Despierta el apetito sexual, principalmente para los hombres ya que aumenta el flujo de sangre en los genitales. Debido a ello las erecciones se mantienen más tiempo.
—Vainilla: Posee un efecto relajante y desinhibidor. Existen numerosas velas aromáticas así como cremas para el cuerpo que hacen buen uso del olor de vainilla como parte de su composición.
—Jazmín: Estimulante para las mujeres ya que contrarresta la frigidez y hace que las mujeres recuperen el deseo sexual tras un embarazo.
Los olores cumplen una función sexual a menudo desaprovechada. El hecho de que hayan estudios que afirmen hasta qué punto los olores naturales son mucho más deseables de lo que nos atrevemos a reconocer, reflejan cómo estamos condicionados a temer a las particularidades de nuestro cuerpo y no reconocer el potencial de los aromas dentro del sexo. Como seres vivos producimos feromonas cuyo propósito es incentivar la atracción sexual. Esto se hace mucho más evidente en los olores que se desprenden de ciertas zonas del cuerpo como los genitales. Si nos hacemos consciente de ello, entonces podremos disfrutar mejor esos olores que encienden la pasión. No por ello dejaremos de estar limpios, ni tampoco promoveremos la falta de higiene, pero si podemos ser más flexibles. Es imposible no oler a nada por muy limpios que estemos. Al mismo tiempo la existencia de esos olores propios se convierte en una característica fascinante y sensual que nos distingue.