Sexontológico

Main Menu

  • Home
  • ¿Qué es sexontológico?
    • Asesoramiento Sexontológico
    • Curriculum Vitae Pia Battaglia
    • Preguntas Frecuentes
  • Apariciones en Medios
    • Entrevistas realizadas a Pia Battaglia
    • Sexontología para ti
  • Multimedia
    • GALERÍA
    • Afirmaciones sexontológicas
  • Blog
  • Contáctame

logo

  • Home
  • ¿Qué es sexontológico?
    • Asesoramiento Sexontológico
    • Curriculum Vitae Pia Battaglia
    • Preguntas Frecuentes
  • Apariciones en Medios
    • Entrevistas realizadas a Pia Battaglia
    • Sexontología para ti
  • Multimedia
    • GALERÍA
    • Afirmaciones sexontológicas
  • Blog
  • Contáctame

Login

Welcome! Login in to your account
Lost your password?

Lost Password

Back to login
Educación
Home›Educación›Aprende a hablar de sexualidad a los adolescentes y jóvenes. No sólo puedes, debes

Aprende a hablar de sexualidad a los adolescentes y jóvenes. No sólo puedes, debes

By admin
12 junio, 2017
1353
0
Share:

¿Cómo le hablamos a nuestros hijos de sexualidad? ¿Qué les decimos? ¿A partir de qué edad es bueno hacerlo? Estas son algunas de las preguntas que más preocupan a los padres de niños y adolescentes y una situación que plantea muchos retos. Habría que comenzar diciendo que, para educar, hay que primero educarse. Reforzar la educación sexual formal, asociada al sistema educativo (la escuela, material didáctico) y la no formal (que proviene de la familia, los amigos, internet, la calle) y, sobre todo, estar abiertos a tocar temas que tradicionalmente resultan incómodos.

No hay una edad específica para hablar de sexualidad, todo depende de las circunstancias. Si se presenta un evento, pasa algo en la calle, tu hijo ve un libro o una película donde hay contenido sexual, es fundamental que asumas la responsabilidad de tener una conversación sobre eso y no la dejes para más tarde. Por supuesto, es clave que le hables en un lenguaje cónsono con su edad y madurez y lo hagas de la forma más natural posible. Muchas veces cometemos el error de esperar que sea el hijo quien pregunte y olvidamos que no lo hará; les da pena, nos han enseñado que con los padres no se habla de ciertas cosas. Toca, entonces, ser activo, dar el primer paso, sembrar la semilla para el futuro. Así que, sin invadir la privacidad del otro, eres tú, padre, quien tiene la misión de convertir la sexualidad en un tema cotidiano. De lo contrario, se corre el riesgo de que, una vez que tu niño crezca y comience a sentir curiosidad, busque respuestas en lugares no adecuados: otros niños y adolescentes, también inexpertos o internet, donde se le hará muy difícil diferenciar qué le sirve realmente de toda la información encontrada (sin contar lo riesgoso que puede resultar que entre a ciertas páginas sin supervisión adulta, en un mundo donde los índices de abuso infantil por medios virtuales parece ir in crescendo).

Hay un aspecto que requiere un cuidado especial, a la hora de mantener este tipo de conversaciones: lo que digamos debe estar lo menos contaminado posible por nuestras  creencias y pensamientos limitantes. Tu hijo no puede convertirse en receptor de tus culpas, traumas o miedos; no puede cargar con un saco de problemas que no le pertenecen, pues no es justo para él. Tiene derecho a crear su propia realidad y su propia sexualidad. Para ello, hay que comenzar por aprender a diferenciar entre la verdad y nuestra verdad, así como basar las conversaciones en una ética propia pero teniendo presente que los valores sociales y familiares que transmitimos provienen de generaciones anteriores y el mundo inevitablemente cambia. La sexualidad también se ha llenado de nuevos matices y, ser consciente de ello, nos permite distinguir entre lo bueno y malo sin dejar de ser abiertos y tolerantes. Eso nos lleva a otro punto de sumo cuidado: la necesidad de cuestionarnos qué le permitimos a las hembras y qué a los varones pues, más allá de condiciones sociales y religiosas que determinan el rol de hombres y mujeres, muchas veces los contenidos diferenciados esconden mensajes que impiden un disfrute pleno de la sexualidad.  

Hay cosas en las que hay que insistir constantemente. A los hijos hay que recordarles que no están obligados a hacer nada que no deseen hacer, enseñarlos a decidir. Entre esas decisiones, está no dejarse apabullar por la presión grupal típica de la adolescencia, que tantas veces obliga a tener relaciones tempranas o tomar anticonceptivos. Cada ser humano tiene su tiempo y hay pasos en la vida que deben darse en consonancia con el propio ser. Sin embargo, eso no evita que hagas también hincapié en lo indispensable de cuidarse, llegado el momento de ser activos sexualemente.  Aunque muchas enfermedades de transmisión sexual han dejado de ser mortales, siguen  siendo altamente riesgosas. Un embarazo no deseado, aunque no es riesgoso, conlleva otros problemas. Enseñarlos a cuidarse va más allá de darles condones y anticonceptivos, implica explicarles cómo y cuándo se usan.

Es imprescindible normalizar estas conversaciones para que niños y adolescentes no se sientan incómodos manteniéndolas. Para lograrlo, puedes usar varias estrategias: busca un momento en el que no hayan interrupciones o invítalo a algún lugar a compartir una comida. Inicia la conversación hablando de ti mismo o de la historia de otra persona. Prepárate antes, para que puedas suministrar información veraz sobre el tema que quieres tratar. Propicia que el otro emita opiniones pero sin criticarlo y juzgarlo; da tu guía y consejo si te lo piden pero intenta no usar los verbos “tener” y “deber”. Lo ideal es que ellos lleguen a sus propias respuestas y conclusiones aunque no se parezcan a las tuyas. Estas son prácticas que pueden convertirse en costumbres; las oportunidades para educar son infinitas, pero dependen siempre de ti.  Con ello, se crea además una zona de confianza que les permitirá acudir a nosotros, padres, si tienen algún problema. Educarnos y educar en la sexualidad es una manera de educar para la vida. Flexibilizarnos, abrirnos, ofrecer cierto tipo de herramientas es formar a las nuevas generaciones como mejores personas y también una manera de crear vínculos afectivos y humanos mucho más estrechos. Cada persona vive la sexualidad que crea. Permite que tus hijos creen, como tú, la sexualidad que decidan vivir. Ayúdalos a que sea sana y placentera y divertida.

Previous Article

Juguetes Sexuales: placer escogido y placer decidido

Next Article

LGBT: una apuesta por un mundo mejor

0
Shares
  • 0
  • +
  • 0
  • 0
  • 0
  • 0

Related articles More from author

  • Educación

    La educación sexista se nutre del lenguaje sexista

    7 mayo, 2017
    By Coach Pia

  • CreenciasIndividuoInformación y educación sexual

    Fantasías sexuales: Una forma de activar el deseo y mejorar tu sexualidad

  • Actos

    El orgasmo: un viaje para disfrutar

  • Placer

    Juguetes Sexuales: placer escogido y placer decidido

Nube de Etiquetas

#MeToo: Una concepción valiente y responsable de la sexualidad. Actos actos lingüísticos Agradecimiento Aprendiendo con Irma coaching Coaching de Vida Coaching ontológico Coaching Sexontológico Coaching Sexual coherencia del ser comunicación conversaciones internas conversaciones potentes declaraciones Educación El Libro de las Afirmaciones Sexontológicas. El perdón establecimiento de límites Etapas de las relaciones de pareja fantasía gratitud Halloween hieródulas La prostituta sagrada masturbación menopausia mente Mi cuerpo mi decisión. Parafilias Parafilias en la sexualidad Pene pensamiento peticiones Presentación de El Libro de las Afirmaciones Sexontológicas. práctica de suspensión Relaciones de pareja Resiliencia ser Sexo Sexontológico sexualidad Tantra: aproximación del sexo con lo sagrado. Tatuajes y piercings: símbolos para cuerpos libres y autónomos. ¿Dulce o truco? Desenmascarando las parafilias.

Contacto

Teléfono: + 1 786 774 2629


Correo: [email protected]

Encuéntranos Facebook

Últimos Tweets

Tweets by sexontologico

Contacto

Teléfono: + 1 786 774 2629


Correo: [email protected]

  • Home
  • ¿Qué es sexontológico?
  • Apariciones en Medios
  • Multimedia
  • Blog
  • Contáctame
Copyright Coach Pia Battaglia © 2020